miércoles, 13 de marzo de 2013

De la voluntaria oportunidad laboral al forzado exilio juvenil

Un mes en un país de Sudamérica, la imponente y convulsa Argentina, me ha permitido alejarme de los problemas (dramáticos, estrafalarios, repetitivos e incluso cómicos) que caracterizan el día a día en la decadente España, y dedicar una mirada comparativa entre ambos países unidos por padecer similares periodos de crisis económica y social. Si bien es cierto que ahora tampoco debemos exaltar el conjunto de sociedades latinoamericanas -sigue habiendo un débil desarrollo social y una patente corrupción mandataria-, son destinos que para muchos jóvenes europeos preparados y sin trabajo se erigen como los más propicios para huir del espantoso paro juvenil que se registra en la mayoría de países de la eurozona. 

Como señala Jorge A. Paz, investigador del Instituto de Estudios Laborales y Desarrollo Económico de la Universidad Nacional de Salta (Argentina), el desempleo juvenil en Argentina fue disminuyendo a raíz de la recuperación económica que de 2003 a 2011 se vivió en el país. En concreto, mientras en 2003 se registró una tasa de paro juvenil del 30%, en 2011 ésta descendió hasta el 18% (leer documento). Dichos datos demuestran que, pese a que se trata de un país en desarrollo, un joven europeo con estudios y sin futuro laboral en su país puede señalar allí un posible lugar de trabajo. Precisamente, fue en la ciudad de Buenos Aires en la que leí la última cifra de paro juvenil registrada en España: un 55% según la EPA (Encuesta de Población Activa), siendo uno de los porcentajes más altos de la Unión Europea. 

¿Quiénes son los culpables? Indudablemente las élites políticas y económicas que dominan los centros de poder y riqueza de España, y que desde el estallido de la crisis en el año 2008 no han hecho más que lanzar reformas laborales y educativas precarias (contratos temporales y flexibles, jubilaciones tardías, salarios que no llegan ni a los 500 euros mensuales, aumento de tasas universitarias, etc.). Muchos políticos se atreven a invitar a los jóvenes a buscar su "oportunidad laboral" en otros países del mundo, como experiencia temporal enriquecedora, y seguros de que volverán a España para aplicar todos esos conocimientos. Pero, lo que parecen no entender es que todos los jóvenes españoles que emigran lo hacen por necesidad, porque aquí no tienen ninguna opción laboral que les garantice una estabilidad o independencia personal. Se trata de un forzado exilio laboral que a la mayoría se les presenta como el único camino de futuro. 

No sorprende que habitualmente escuchemos que un amig@ o familiar se marcha a trabajar fuera de Europa, donde posiblemente haya encontrado un empleo no relacionado con su vocación profesional. Según el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (P.E.R.E.), en 2012 son 302.623 los jóvenes españoles que residen en otros países, mientras que en 2009 eran 242.154. Unas cifras que nos dan a entender que cada semana miles de jóvenes españoles abandonan el país. Como describe la iniciativa Juventud Sin Futuro (JSF), España ya "no es un país para jóvenes", y es por ello que han creado la campaña "No nos vamos, nos echan" para denunciar esta obligada marcha de jóvenes cualificados al extranjero. Además de organizar una protesta para el próximo 7 de abril, sus miembros han creado un mapa global en el que jóvenes de todo el mundo pueden situar su país de exilio laboral (http://www.nonosvamosnosechan.net/) y contar su historia.  

Para comprendernos un poco más...deberíamos entender que ir en busca de trabajo al extranjero se ha convertido en una obligación para muchos de los jóvenes españoles que nos vemos sin opciones laborales en nuestro país. Unos jóvenes que, pese a la desesperanza general, somos luchadores y entendemos que con esfuerzo se alcanzan los propósitos. 

2 comentarios:

  1. La realidad española es muy triste. Aún así, los jovenes que hoy sobramos seremos los que mañana llevaremos las riendas de este país.
    Espero que logremos aprender de esta epoca, al fin y al cabo de los malos momentos es de donde más se aprende, para no volver a repetir los errores en los que están cayendo una y otra vez las antiguas generaciones que nacieron con la creencia que en la vida todo consiste en amasar fortuna.
    Yo estoy seguro de que serás una gran periodista y yo un gran publicista, y si no al tiempo ; )

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  2. Creo que nos hacía falta un toque de alarma, vivíamos demasiado relajados, y esto nos hará más fuertes y luchadores. Pero nuestros representantes políticos no deberían desviar la mirada del problema y potenciar nuestro futuro laboral...o, por el contrario, no sé si optaremos por volver. ;)

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